Ahora que eres padre, seguro que sueñas con el día en el que puedas deslizarte por esa ladera con tu hijo. Ansías tanto ese momento, que no ves la hora de que el pequeño o pequeña se calce sus primeros esquís. Pero, ¿cuándo es ese momento?
Hay que pensar que aunque tu hijo sea alto, y puede que más fuerte que sus compañeros, piensa que también necesita tener coordinación y conciencia para poder disfrutar de este deporte.
En Bóreas Sierra Nevada enseñamos a los niños en cursillo a partir de los 5 años. Y de forma excepcional, después de conocer personalmente al pequeño, podríamos iniciarlo con una clase particular con 3 y 4 años.
En función de las edades, la agilidad de los niños, más o menos, es la siguiente:
1. Dos años. Un niño de dos años es un bebé todavía en pleno crecimiento. Apenas ha aprendido a andar, por lo que todavía no tendrá el equilibrio necesario para mantenerse con los esquís. Esta es la edad ideal para que tenga su primer contacto con la nieve. Ya sea lanzándose en trineo, o por qué no, con una guerra de bolas de nieve.
2. Tres años. Quizá éste es el momento de probar por primera vez cómo se tiene con unos esquís puestos. Con esta edad podría incluso dominarlos, siempre y cuando sea él el que ponga los ritmos, sin ningún tipo de presión ni obligación.
3. Cuatro años. Seguramente, si tu hijo es lanzado, podrás disfrutar viendo sus primeras bajadas y gritando ¡mira papá! Pero no suele ser lo normal. Así que si todavía no ha encontrado el equilibrio, no te agobies. Deberás esperar una temporada más.
4. Cinco años. A esta edad el niño ya tiene equilibrio y control, sentido de la orientación y capacidad de mantener una posición por períodos largos de tiempo. Con estas características, ya está capacitado para empezar el aprendizaje del esquí.
Si llevas a tu hijo a esquiar, tenga las edades que tenga, ten siempre en cuenta que los peligros para ellos pueden ser diferentes que para los adultos.
En primer lugar, los rayos de sol pueden quemar su delicada piel. Nuestra piel, un poco más curtida por los años, quizá no necesitaría un factor de protección tan alto (aunque también lo recomendamos).
Por otra parte, así como nosotros solemos lesionarnos las rodillas, ellos tienen una mayor tendencia a golpearse en la cabeza. Por ello es obligatorio el casco para los menores en casi todas las estaciones.
Si estás interesado en conocer si tu hijo está preparado o no para el esquí, puedes consultarnos en este enlace.